Indicadores sobre devocion admirable de los 7 dolores de maria santisima que debe saber

Indicadores sobre devocion admirable de los 7 dolores de maria santisima que debe saber

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Las devociones son actos de oración contemplativa que se enfocan en una enseñanza que nos ha llegado a través de la Iglesia.

Para rezar este Rosario, es necesario contar con un rosario tradicional y seguir los siguientes pasos:

La Virgen de los Dolores nos enseña a ser fuertes delante los sufrimientos de la vida, teniéndolos a Ella y a su Hijo como modelos de santidad

En Lourdes se ha aparecido llorando, apenada y dolorosa, exhortando a la penitencia para evitar las tragedias y castigos a la humanidad. Y en Siracusa, al final de la segunda guerra mundial, quiso comportarse el singular asombro de que una sencilla imagen llorara lágrimas reales que se pudieron observar y ver, y lo que es mas prodigioso, recolectar y analizar, comprobándose que positivamente se trataba de lágrimas de la misma composición que las lágrimas humanas.

Considera los suspiros que provienen del triste corazón de María al ver a su amado Jesús que lo colocaban Internamente de la tumba. Qué pena tremenda sufrió ella cuando vio que se levantaba la piedra que cubriría esa tumba sagrada.

Pero Vos sois origen de misericordia y refugio de los insensatos pecadores: tened, pues, SeñYa, tened lástima y compasión de mí, que, si hasta ahora he sido rebelde hijo e indigno siervo vuestro, quiero en Delante consagrarme todo a Vos por medio de la fervorosa y compasiva meditación de vuestros acerbísimos dolores, llorando con amargura y vivo arrepentimiento el cruel estrago que he causado en el Intocable cuerpo de vuestro Hijo y en vuestro pecho maternal.

Aconsejamos descubrir en el Santo Evangelio las citas que acompañan a cada unidad de los dolores y luego la oración que se acompaña:

Santísima Virginal adolorida, María Madre de Todopoderoso y SeñO nuestra, aunque indigno de estar frente a vuestro virginal acatamiento, movido de vuestra piedad, y con deseo de serviros, renuevo el afecto y voluntad con que os invoco como patrona, madre y abogada mía, y firmemente propongo de amaros y serviros en todo lo que me quede de vida: y os suplico por la Muerte que derramó vuestro amantísimo Hijo y por vuestros dolores, que os dignéis admitirme por hijo vuestro, y me alcancéis gracia para que de tal guisa obre en estos siete díFigura que dedico a la memoria de vuestros dolores, que todos mis pensamientos, palabras y obras se dirijan a longevo paraíso de Alá y vuestra; y es mi intención rogar y suplicar a su divina Majestad por el buen gobierno y aoraciones aumento de la santa Origen Iglesia católica romana, paz y concordia entre los Príncipes cristianos, extirpación de las herejías, exaltación de la santa Certidumbre católica, y por nuestro católico reino.

La devoción de los dolores de María es fuente de Gracias porque llega a lo profundo del Corazón de Cristo.

Sus miembros llevan una intensa vida de oración individual y comunitaria y en ella se forman sus jóvenes aspirantes.

“Miro ahora a todos los que viven en el mundo por ver si hay quien se compadezca de Mí y medite mi dolor; mas hallo poquísimos que piensen en mi tribulación y padecimientos.

Considera el amargo dolor que sintió el Corazón de María cuando el cuerpo de su querido Jesús fue bajado de la cruz y colocado en su regazo.

Una característica del aprecio de María es que es un simpatía fiel y dispuesto ha llegar hasta el mas sobresaliente dolor por ese inclinación. Y es que Amor que no es fiel en los momentos de dolor, es apariencia, comedia, caricatura del apego. Por el contrario, bienquerencia que permanece fiel en la tribulación, en el desamparo, en la partida, en el sufrimiento, no solo se demuestra como inclinación auténtico y Verdadero, sino que se depura y purifica como el opulencia en el crisol, se aumenta y agiganta como luz que prende en leña Sequía, se consolida y fortalece como piedra que en invierno hunde sus raíces en la tierra.

Al unir nuestros dolores a los de María, tal como Ella unió Sus dolores a los de su Hijo, participamos en la redención de nuestros pecados y los del mundo entero.